miércoles, 1 de agosto de 2012

Reflejo

Y mis pasos no logran alcanzar la sombra que dejé,
Pienso sobre el qué pasará mañana cuando mire fijamente la ventana escarchada,
Y en el fondo sepa que es el retrato de mis días en invierno,
De mi corazón frío y desgastado.

Miro los tonos fosforescentes cayendo uno a uno entre la multitud,
Y mis pies se mueven lentamente, pisando colillas de cigarros,
Veo como los besos vuelan por los aires,
Y siento el calor en las mejillas secas por el humo.

Y es que los ayeres suenan tan fuerte en los mañana,
Tan fuerte como la música en el antro,
Pero quiero volar, y no aterrizar jamás,
Tomar de la mano a todos los que quieran volar conmigo y llevarlos lejos de acá.

Pero ahí estoy, con los trozos de recuerdos entre los dedos marchitos,
Parado frente a un abismo, y no lo veo,
Y la curiosidad sobresalta mis latidos,
He escuchado que si llego a caer, no volveré a salir a la superficie.

Vuelo, solo vuelo sobre todos,
Mi cuerpo acaricia las nubes que están a mí alrededor,
 Vuelo y no caigo, porque quiero volar,
Y la música sigue sonando fuerte y las luces fosforescentes traen consigo los tragos amargos.

Y el dolor no se siente,
No siento que me acompañe hoy,
Lo dejé tirado sobre un tarro de basura a la salida de mi casa,
Frente a la ventana que volveré a ver la mañana que viene después.

Incoherencia


La estupidez es grande y cuando pienso en que podré ver luces en los amaneceres es peor,
Sentirme bajo tierra me alivia, solo cuando me sumerjo en tus fotos y palabras,
Es solo que a veces sé que no hay más, y que envenenarme en mis propias palabras es real,
Tan real que quiero despertar de los sueños para volver a derramar mis dedos en el teclado.

Y seguir caminando ya me aburre un poco, si supiera volar creo que hubiera llegado a otro planeta
Si pudiera cerrar los ojos y enmudecer las voces ajenas sería ideal,
Pero ya el frío sucumbió mis brazos, y solo sé que tarde o temprano olvidaré tu rostro,
Ya no me aburre esperar, me angustia y me desgasta, porque no sé qué espero.

Cuando crezca seré un señor, un señor que cabalgará entre las colinas del sur,
Subiré hasta tocar las nubes para recordar mis días añejos y forrados en aguas guardadas,
Solo reiré cuando sople velas una vez al año, y tus labios no formarán parte de mis deseos,
Llevaré conmigo bolsillos llenos de palabras nunca dichas para regalarlas a quienes si las necesiten.

Suspiraré cuando invente la forma de inventar, cuando descubra el camino para descubrir,
Pero lloraré cada día que no sepa por qué lo hago, o cuando recuerde que no puedo recordar,
Tocaré instrumentos para volver a ser un niño, para escaparme de mi sombra,
Dejaré de caminar para no sentir mis pasos,
Y envolveré en un papel de regalo mis dedos para entregarme versos que no se podrán terminar jamás.