La estupidez es grande y cuando pienso en que podré ver
luces en los amaneceres es peor,
Sentirme bajo tierra me alivia, solo cuando me sumerjo en
tus fotos y palabras,
Es solo que a veces sé que no hay más, y que envenenarme en
mis propias palabras es real,
Tan real que quiero despertar de los sueños para volver a
derramar mis dedos en el teclado.
Y seguir caminando ya me aburre un poco, si supiera volar
creo que hubiera llegado a otro planeta
Si pudiera cerrar los ojos y enmudecer las voces ajenas
sería ideal,
Pero ya el frío sucumbió mis brazos, y solo sé que tarde o
temprano olvidaré tu rostro,
Ya no me aburre esperar, me angustia y me desgasta, porque
no sé qué espero.
Cuando crezca seré un señor, un señor que cabalgará entre
las colinas del sur,
Subiré hasta tocar las nubes para recordar mis días añejos y
forrados en aguas guardadas,
Solo reiré cuando sople velas una vez al año, y tus labios
no formarán parte de mis deseos,
Llevaré conmigo bolsillos llenos de palabras nunca dichas
para regalarlas a quienes si las necesiten.
Suspiraré cuando invente la forma de inventar, cuando
descubra el camino para descubrir,
Pero lloraré cada día que no sepa por qué lo hago, o cuando
recuerde que no puedo recordar,
Tocaré instrumentos para volver a ser un niño, para
escaparme de mi sombra,
Dejaré de caminar para no sentir mis pasos,
Y envolveré en un
papel de regalo mis dedos para entregarme versos que no se podrán terminar
jamás.
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