Recurrir a las horas pasadas para hallar los apoyos que hoy no encuentro, saber que lo que hago está mal, pero aún así seguir siendo el mismo tonto que fui hace un par de años, cometiendo los mismos errores, cayendo cien veces sobre la misma piedra, soltando al mundo millones de lágrimas, sintiendo que la angustia me destroza desde el estomago hasta la garganta, prendiendo cigarro tras cigarro dejando que el humo nuble mi ya nublada vista. es así como me logro dar cuenta de lo mucho que he esperado algo que nunca existió, de lo mucho que me duele saborear la derrota, de lo que realmente pasa cuando comprendes que los sueños son solo eso, y cuando ya todo esto te da asco y la única alternativa está en mirar su foto y saber que todo fue una mierda.
Adiós, gracias por hacerme saber que perdí tiempo escribiendo sobre algo que nunca debió pasar.