domingo, 13 de enero de 2013

Final


Recurrir a las horas pasadas para hallar los apoyos que hoy no encuentro, saber que lo que hago está mal, pero aún así seguir siendo el mismo tonto que fui hace un par de años, cometiendo los mismos errores, cayendo cien veces sobre la misma piedra, soltando al mundo millones de lágrimas, sintiendo que la angustia me destroza desde el estomago hasta la garganta, prendiendo cigarro tras cigarro dejando que el humo nuble mi ya nublada vista. es así como me logro dar cuenta de lo mucho que he esperado algo que nunca existió, de lo mucho que me duele saborear la derrota, de lo que realmente pasa cuando comprendes que los sueños son solo eso, y cuando ya todo esto te da asco y la única alternativa está en mirar su foto y saber que todo fue una mierda.

Adiós, gracias por hacerme saber que perdí tiempo escribiendo sobre algo que nunca debió pasar.


sábado, 5 de enero de 2013

Tiempos


Estaba sentada sobre sus viejas revistas de Vouge, intentando comprender el por qué sus placeres la habían llevado a aquel desenlace, pensando en la manera de construir una maquina del tiempo que la llevase al comienzo de su pubertad, donde todavía no habían moretones sobre su delicada piel, donde tampoco habían mechones de pelo arrancados por placer. El cigarrillo que viajaba por sus largos dedos cada momento se extinguía más rápido, tal como también su juventud lo había hecho, aquel cigarrillo que la acompañó tantas veces en una esquina que cumplía el papel de oficina, donde las transacciones entre desconocidos y ella formaban parte de un ciclo repetitivo cada noche. Ahora no queda más que algunas monedas abandonadas bajo la cama, como si estuvieran escondiendo su presencia por la vergüenza de mirar tal escena, porque la pena realmente tomaba el papel principal en aquella habitación, todo se veía como en una película antigua, sin colores vivos, sin la compañía del sonido ni de actores secundarios que participen en la historia, solo estaba ella, sumida en una nube de ideas, solitaria como siempre, intentando encontrar en sus recuerdos algo que la hiciera feliz. Estaba cansada, su respiración involucraba solo un dejo de malestar, sus ojos demostraban cuanto había estado buscando solución a su existencia, el negro de su pintura se deslizaba desordenadamente por su mejilla, dirigida por una lágrima solitaria que se logró despegar de su rostro, sus piernas cruzadas tal como su madre le había enseñado cuando era pequeña, manteniendo todavía su esencia de señorita educada, incluso el cigarrillo que sostenía demostraba la delicadeza que predominaba en su existir, pero nada de esto le servía, ella quería que un resplandor iluminara su habitación, ella quería esperar que alguien cruzara esa puerta frente a sus ojos y que aquella persona le dijera que todo iba a estar bien, alguien que la abrazara por siempre y le dijera cuan bella era, alguien que limpiara sus mejillas con un beso, alguien que le diera esperanzas para seguir su vida. Ya habían pasado horas desde que su postura se mantenía, años desde que no sabía que era sentir amor, ya había perdido la cuenta de cuando fue su último te amo sincero, pero solo habían pasado unos minutos desde que su pecho gastado había dejado de hincharse gracias a unas cuantas pastillas y una copa de vino a medio llenar. Quizás en otro lugar encontraría su verdadero ser.


Suena - Al Bowlly - Guilty

lunes, 26 de noviembre de 2012

Gramos de nada

Y el tiempo volará,
y desde mi costado sentiré respirar a mis queridos sentimientos.
Y veré como mis sueños se caen, como me robarán la alegría,
como si fuera un tesoro que nunca quise usar.
Veré como la tristeza será acompañada con notas musicales,
y aquellas lagrimas que nunca solté se esparcirán sobre las sabanas que alguna vez usé para ser feliz,
y como un cigarrillo que nunca fue fumado me desvaneceré en el invierno,
en el solitario invierno,
aquel que no solo congeló mi cien, también terminó congelando mi inspiración,
mi anhelo de seguir más allá.
Me veré obligado a escribir hasta que mis huesos se rompan,
hasta que mis nervios se estropeen,
y hasta que mi garganta no deje pasar el aire debido a los nudos que en ella habitan.
Y así terminará una historia que nunca fue agradable para nadie,
la más desamparada historia jamás conocida,
y la historia que nunca nadie contará.
No seré fuerte, porque la fortaleza me obliga a tener que decidir,
y ya me cansé de que las decisiones atraigan nubes negras,
que me supere la vida misma,
que cometa los mismos errores una y otra vez,
que las miradas me hagan sentir intimidado ante el mundo.
Veré como el mundo cae,
como todos volarán y yo me quedaré acá abajo,
mirando solo sus sombras,
mirando algún día mi reflejo desgastado por los años donde nunca pude obtener:
un gramo de sentimientos.


domingo, 25 de noviembre de 2012

25 De Noviembre

Como si fuera fácil vivir sin el olvido en los huesos, como si fuera fácil saber que aquellos sueños se harán realidad solo cuando juntes tus parpados, y estirar la mano hacia las estrellas no sirve, no las alcanzaré, Solo quisiera que de mi vertebra brote un par de plumas y volar libremente hacia la felicidad. Y es que esto es tan lúdico, para todos, es solo un juego, y no es fácil soltar manos que te acompañan por largo tiempo, pero siempre sucede, nada lo podrá detener. Y es que es un juego que debemos jugar. Y ver aquellos reflejos de lo que fuimos alguna vez, sentir que el contacto que nuestros ojos efectúan en una milésima de segundo es tan importante, eso cuesta, pero ya lo sé, nuevamente lo sé, no hay vuelta atrás, pero si miro el futuro volveré al pasado nuevamente.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Reflejo

Y mis pasos no logran alcanzar la sombra que dejé,
Pienso sobre el qué pasará mañana cuando mire fijamente la ventana escarchada,
Y en el fondo sepa que es el retrato de mis días en invierno,
De mi corazón frío y desgastado.

Miro los tonos fosforescentes cayendo uno a uno entre la multitud,
Y mis pies se mueven lentamente, pisando colillas de cigarros,
Veo como los besos vuelan por los aires,
Y siento el calor en las mejillas secas por el humo.

Y es que los ayeres suenan tan fuerte en los mañana,
Tan fuerte como la música en el antro,
Pero quiero volar, y no aterrizar jamás,
Tomar de la mano a todos los que quieran volar conmigo y llevarlos lejos de acá.

Pero ahí estoy, con los trozos de recuerdos entre los dedos marchitos,
Parado frente a un abismo, y no lo veo,
Y la curiosidad sobresalta mis latidos,
He escuchado que si llego a caer, no volveré a salir a la superficie.

Vuelo, solo vuelo sobre todos,
Mi cuerpo acaricia las nubes que están a mí alrededor,
 Vuelo y no caigo, porque quiero volar,
Y la música sigue sonando fuerte y las luces fosforescentes traen consigo los tragos amargos.

Y el dolor no se siente,
No siento que me acompañe hoy,
Lo dejé tirado sobre un tarro de basura a la salida de mi casa,
Frente a la ventana que volveré a ver la mañana que viene después.

Incoherencia


La estupidez es grande y cuando pienso en que podré ver luces en los amaneceres es peor,
Sentirme bajo tierra me alivia, solo cuando me sumerjo en tus fotos y palabras,
Es solo que a veces sé que no hay más, y que envenenarme en mis propias palabras es real,
Tan real que quiero despertar de los sueños para volver a derramar mis dedos en el teclado.

Y seguir caminando ya me aburre un poco, si supiera volar creo que hubiera llegado a otro planeta
Si pudiera cerrar los ojos y enmudecer las voces ajenas sería ideal,
Pero ya el frío sucumbió mis brazos, y solo sé que tarde o temprano olvidaré tu rostro,
Ya no me aburre esperar, me angustia y me desgasta, porque no sé qué espero.

Cuando crezca seré un señor, un señor que cabalgará entre las colinas del sur,
Subiré hasta tocar las nubes para recordar mis días añejos y forrados en aguas guardadas,
Solo reiré cuando sople velas una vez al año, y tus labios no formarán parte de mis deseos,
Llevaré conmigo bolsillos llenos de palabras nunca dichas para regalarlas a quienes si las necesiten.

Suspiraré cuando invente la forma de inventar, cuando descubra el camino para descubrir,
Pero lloraré cada día que no sepa por qué lo hago, o cuando recuerde que no puedo recordar,
Tocaré instrumentos para volver a ser un niño, para escaparme de mi sombra,
Dejaré de caminar para no sentir mis pasos,
Y envolveré en un papel de regalo mis dedos para entregarme versos que no se podrán terminar jamás.


domingo, 8 de abril de 2012

Danieles



Daniel caminaba por plaza Italia de la mano de su madre, hoy martes el camina junto a otra fémina, ambos encapuchados y con un paso firme y dispuestos a derrotar a su gran enemigo "el capitalismo". Para Daniel el derrotar algo siempre fue objetivo desde pequeño, el enemigo fue su padre, su madre y las letargosas tardes junto a los abuelos y los modales en la mesa que al no cumplirse eran castigados con la hebilla de la correa de papá.

Los pasos acompañados de un jadeo mínimo y besos casuales entre Daniel y su novia, sus mentes se llenaban de recuerdos y cada vez eran más apresurados ante la represión notoria de los carros policiales y los corceles con soldados verdes. A veces recuerda también las conversaciones eternas sobre como cambiar el mundo con su mejor amigo, el como superar una sociedad centralizada, pero siempre terminaban hablando de amor y desventuras en sus vidas. Los ojos de Daniel en estas manifestaciones siempre se llenan de lagrimas, en realidad el no sabe si esto pasa por recordar tantas cosas o si es por que el gas lacrimógeno está en la atmósfera.

A Daniel le encanta correr, desde pequeño lo ha hecho como una forma de liberar tensiones, ahora corre por parque Bustamante, gritando al aire sobre lo que el encuentra injusto, con su mano húmeda por el contacto que ya parece ser infinito con la mano de su novia, y sus lagrimas que desaparecen con el pestañeo y vuelven a aparecer con cada grito orgulloso que nace de su garganta. Pero Daniel también se cansa, se cansa de correr y de nunca recibir premios o reconocimientos, de que en el país en el que vive no se preocupe de que el existe como alguien individual, de que la homogeneidad sea pan de cada día y de que sus tardes letargosas con los abuelos no tengan un que para contar.

Daniel al final del día está tras una reja junto a otros Danieles, junto a su novia que todavía sostiene su mano, mirando como los soldados de verde suponen que el es un criminal cuando verdaderamente el solo quiere ser escuchado y no visto como un cliente de lo que desea aprender, el no quiere escuchar nunca más el llanto de su madre impotente por las deudas, ni ver a su novia tras esa reja por el simple hecho de correr junto a el.

http://danieltiersen.blogspot.com/
Suena:
►Yann Tiersen - Les toujours tristes
http://www.youtube.com/watch?v=bFPBs1Yd1GA