domingo, 8 de abril de 2012

Danieles



Daniel caminaba por plaza Italia de la mano de su madre, hoy martes el camina junto a otra fémina, ambos encapuchados y con un paso firme y dispuestos a derrotar a su gran enemigo "el capitalismo". Para Daniel el derrotar algo siempre fue objetivo desde pequeño, el enemigo fue su padre, su madre y las letargosas tardes junto a los abuelos y los modales en la mesa que al no cumplirse eran castigados con la hebilla de la correa de papá.

Los pasos acompañados de un jadeo mínimo y besos casuales entre Daniel y su novia, sus mentes se llenaban de recuerdos y cada vez eran más apresurados ante la represión notoria de los carros policiales y los corceles con soldados verdes. A veces recuerda también las conversaciones eternas sobre como cambiar el mundo con su mejor amigo, el como superar una sociedad centralizada, pero siempre terminaban hablando de amor y desventuras en sus vidas. Los ojos de Daniel en estas manifestaciones siempre se llenan de lagrimas, en realidad el no sabe si esto pasa por recordar tantas cosas o si es por que el gas lacrimógeno está en la atmósfera.

A Daniel le encanta correr, desde pequeño lo ha hecho como una forma de liberar tensiones, ahora corre por parque Bustamante, gritando al aire sobre lo que el encuentra injusto, con su mano húmeda por el contacto que ya parece ser infinito con la mano de su novia, y sus lagrimas que desaparecen con el pestañeo y vuelven a aparecer con cada grito orgulloso que nace de su garganta. Pero Daniel también se cansa, se cansa de correr y de nunca recibir premios o reconocimientos, de que en el país en el que vive no se preocupe de que el existe como alguien individual, de que la homogeneidad sea pan de cada día y de que sus tardes letargosas con los abuelos no tengan un que para contar.

Daniel al final del día está tras una reja junto a otros Danieles, junto a su novia que todavía sostiene su mano, mirando como los soldados de verde suponen que el es un criminal cuando verdaderamente el solo quiere ser escuchado y no visto como un cliente de lo que desea aprender, el no quiere escuchar nunca más el llanto de su madre impotente por las deudas, ni ver a su novia tras esa reja por el simple hecho de correr junto a el.

http://danieltiersen.blogspot.com/
Suena:
►Yann Tiersen - Les toujours tristes
http://www.youtube.com/watch?v=bFPBs1Yd1GA

Ya terminó



Ya terminó, aquel gélido ambiente de primavera,
Se acabó el pasar constante y lento de desafortunados sucesos,
Por fin las lágrimas son devueltas a los cristales,
Y los dedos transparentes pueden rosar pieles.

Ya estás acá, aunque verdaderamente no lo estés,
Ya formas parte de la atmosfera en mi cuarto,
Y te llevas contigo un sinfín de sueños ocultos,
Ya terminó, y tú estás al final de mi comienzo.

Subiré junto a las almas y las telas colgadas en los arboles,
Y sabré que estás abajo con tus alas multicolores esperando mi seguridad,
Cantando lo que canto,
Ya terminó por que ya estás acá.

Floreceré sin saberlo en otoño,
Siempre supe que mi mes sería este,
Y el antagonismo de la primavera se olvidará de que robó mi alma un instante,
Ya estás acá, y ella lo sabe, ya terminó.

Lo olvidado duele más



Los vidrios rotos, viejos, desgastados,
Las miradas fijas sobre el cuerpo poco agraciado,
Los olores añejos, vinagres, sin agrado,
Las palabras tenues, banales, insonoras.

La silueta trágica, incompleta
Letargosas tardes bajo tu cuerpo desabrido,
El odio inexorable, insaciable e incomprensible,
Y mis dedos secos, oxidados por la espera.

El recuerdo solitario, inexplorado,
Las lagrimas guardadas bajo la almohada,
Las pisadas están extintas y olvidadas,
Sin embargo las huellas siguen frescas.

El actuar sonámbulo en presencia tuya,
La pérgola abandonada por ambos,
Nuestras sombras que no se quieren separar,
Y la lámpara a media luz que permanece  encendida entre nuestras prendas.

Suena:
La Dispute ~ Yann Tiersen

Ceguera



Sé que estás ahí,
Y mis pelos dormidos se alzan al contacto de tu voz,
Y mis ojos pálidos, entreabiertos, entrecerrados,
Y mis ojos pálidos, que no saben que mirar.

Son tus besos áridos, tus caricias pedregosas
Tus suspiros podridos, tu amor inexistente.
Es tu aroma a muerte, tus palabras que queman,
Eres tú, y mis ojos no te mirarán.

Ahí estas, al otro lado de la ciudad,
A kilómetros de amor,
A millones de inhalaciones,
Ahí estás y mis ojos pálidos no saben que mirar.

Sé que estás ahí,
Y tú no sabes cuantas caricias te tengo reservadas,
Sé como me miras,
Pero mis ojos pálidos no saben mirarte.

Eres



Eres mi recuerdo,  mi suspiro ajeno,
La mitad de la noche y un poco de mis días,
Eres la brusca reseña de lo perdido,
Los sonidos invisibles y las letras que siempre escribo.

Tú, mi alma podrida,
La parte de mí que no quiere irse,
Eres el motivo de mis húmedas mejillas,
Aunque lo olvides, eres mi memoria.

Siéntate y explícame que eres ahora,
Invítame a cenar, invítame a beber como lo hacíamos,
Sabes que eres la mano ausente en mi espalda,
Eres el paso distante sobre la acera mojada.

Siéntate, yo sé quien eres.
Mírame aunque no dirijas tu mirada,
Siente el sabor de la derrota y un poco de vergüenza en mi cara,
Eres las marcas que dejaste en mis entrañas.

Otra Vez



Y aquí están, mis dedos deshidratados,
Otra vez mis sentidos tuertos,
La luz baja, casi apagada,
De nuevo mis piernas desnudas expuestas a todos.

Otra vez mi cabeza incomoda sobre la nada,
Para verte sobre el muro celeste,
Para sacarte de mi cuarto putrefacto,
Otra vez me duele pensar sin sentir.

Y aquí están, mis brazos pegados al cuerpo,
Sudando frio sin sentir la mierda que hay en mi pecho,
Solo haciendo caso,
Otra vez vuelve a darme frio.

Mi respiración gastada,
El humo invisible sobre las cortinas,
El reloj sigue dando sus putas horas,
Y otra vez me duele pensar sin sentir, sin sentirte.

Extraño




Extraño, y es inevitable tener este maldito sentimiento,
Extraño, y tú no estás ahí para aliviarlo ni detenerlo,
Extraño y me sumerjo en dudas, en odios y desprecios,
Extraño y solo tus fotos calman un poco la angustia que esto produce.
Extraño como cuando tu carne por primera vez tocó la mía,
Extraño ser un solo ser,
Extraño y nada detendrá esto, más que el dormir bajo el rincón de los sueños donde tu apareces,
Extraño y caigo en un abismo tragándome las imágenes solitarias,
Extraño y las manos se resbalan por tus fotografías,
Extraño y tengo la sensación que no volveré a sentirlo luego de juntar mis parpados,
Extraño y gracias a esto el alba me acompaña día a día,
Extraño, y es inevitable tener este maldito sentimiento.
Extraño, te extraño.

Cuando



Cuando, ¿cuando volveré a sentir aquellas mariposas dentro de mi?
Cuando será el día en que las copas rueden entre nuestros píes,
¿Y cuando las enredaderas volverán a crecer entre nuestras piernas  mientras nos extasiamos a besos?
¿Cuando tomarás mi mano y correremos hacia el fondo de la vida?

Solo enferma mi sentido del tacto y embriaga mis manos con tu pelo,
Sostén mi alma entre aquellos brazos pálidos, suprime mi locura solitaria,
Complace la exquisita sensación de oler tu cuello y sentir la respiración ardiendo en mi oído,
Deja todo por lo que algún día creé como un castillo de arena en mi mente.

Es tan fácil cumplir deseos, es tan cercano y posible,
Solo basta soplar las velas de un pastel para sentir que la magia hará su trabajo,
Es tan fácil saber que estás frente al pastel mirando sin saber que tú eres mi deseo,
Es tan fácil pensar en lo imposible.

Entra en mi cuarto, sopla la imposibilidad oscura que me rodea,
Levanta con fuerza nuestros deseos, únelos junto a la luna, junto a la lluvia,
Solo intenta no correr de nuevo hacia lo posible,
Llévame contigo esta vez, la soledad ya me ha abandonado.

En mi sueño



El sol desplegado en mi pieza entregando sus últimos rayos antes de ser escondido por la cordillera de la costa, las gotas explotando al contactar con los pétalos de una durmiente flor, el sonido del viento y su leve caricia que choca contra mis ojos y hace que los cierre solo escuchando las ramas primaverales de los jovenes robles, el olor a humedad bajo un cielo poco cálido, y por primera vez logro ver un par de piernas acercándose a mi, formaban una perfecta armonía con todo lo que veía, las flores, la tierra húmeda, el color un poco amargado del cielo, las gotas de agua en sus zapatos, sin dudar inspirarán algún día una poesía magistral, una canción eterna de la que nadie se podría aburrir, quien sabe, si tu armonía con mi mundo es verdadero, ahora solo queda esperar a que ese par de piernas junto a los zapatos cubiertos de gotas lleguen hasta mi ventana.

Acá



Es así como debo estar, completamente mal, traicionado por los sentimientos,
Haciendo burbujas de ideas que para nada están bien,
Tomando licores añejos guardados en la bodega de mi ser,
Navegando en un mar sucio, aquel que yo mismo ensucié.

Es acá, donde no existen alas, y el vuelo es solo fantasía,
Donde la realidad abandona los sentidos y solo sonrío artificialmente ante las miradas ajenas,
En mi cama, junto al cenicero y los cajones entreabiertos,
Junto a un poco de tu olor que nunca existió, es acá donde vivo sin sentir día a día.

Solo cambia el pasado el hecho de no vivirlo,
Solo sentiré el sudor de mi frente en tu pecho cuando derrames lagrimas multicolores en tus sabanas,
Porque es la imposibilidad la que me toma del brazo y me arroja a el fondo de tu ser,
Aunque siempre esté cerrado, intentaré de por vida correr hacia ti.

Ahora solo queda arrastrar las hileras de mis pantalones,
Sonrojarme cuando digas algo sin sentido,
Creer que estas ahí cuando simplemente respondes para complacer tu aburrimiento,
Alejándome cada día de tus huesos polvorientos ausentes de mis hábitos de limpieza.

Viejos recuerdos


 Y es así como la muñeca tenía su mirada fija sobre el vaso de whisky, es así como sus brazos torcidos y caidos sobre si misma apuntaban un abismo infinito, así como en sus trenzas se podían encontrar galaxias enteras repletas de tonos dorados, donde nadie nunca supo apreciar la verdadera belleza, donde nunca nadie se detuvo ante la desdichada y sucia combinación de trapos y algodón. Ni hablar de las caricias, solo eran juegos. Como olvidar el olor a madera húmeda bajo sus pies con zapatos dispares, y los rayos de sol que se ocultan tras los tablones avejentados de aquel cuarto, estos son acompañantes fieles cada vez que es dejada sobre un montón de viejos recuerdos, ¡Que suerte no ser solo un recuerdo!, pensaba, pero los años pasan, y los recuerdos se borran, al igual que el rostro de aquella muñeca, que pasó de mano en mano, de risa en risa, y viendo como su sueño de ser reina se oscurecia bajo la humedad del mismo cuarto, ahora solo quedan las marcas de cigarrillo sobre su húmedo pecho siendo este el único recuerdo que pudo guardar para siempre.

Pasos



La noche estaba entre mis dedos, yo formaba parte de lo que mirabas y aun así no pensabas en acercarte y dirigir una sola palabra, mis piernas tiritaban como un pequeño ciervo, y mis manos húmedas palpando la angustia del ambiente, como olvidar esos treinta pasos que diste en zigzag, y como mi corazón latió trescientas veces intentando salir de mi pecho para llegar junto al tuyo. Las luces eran altas y gracias a Dios podría ver tus ojos verdosos y brillantes, dentro de mi mente bailábamos, en una sala oscura con algunos tonos rojizos, yo te elevaba por los aires sintiendo tus manos en mis hombros, tú tarareabas la canción que a mi más me gusta, que bien me conoces. Paff, despertar así no es lo mejor. Sigues ahí, haciendo sonar tus tacos en las baldosas, tomando el papel protagonista en mi propia película, siendo más importante que yo en la escena del clímax, mientras mis pelos están alzados ante tal actuación solemne, es acá donde debería acercarme y recrear mi sueño del baile, tomarte por la cintura y robar tu aroma por el tiempo que necesite para olvidar que estás ahí sin mirarme nuevamente. Hasta ahora he contado setenta y cuatro pasos más, y mi corazón ya escapó quedando en el suelo, dando sus últimos latidos. Un joven guapo, que bordea el cielo con sus dos metros de altura, la espalda ancha y los brazos gruesos, ese seré yo en unos cuantos años más, te tomaré con fuerzas y seremos amantes eternamente ¡Cuanto puedo pensar cosas sin sentido! ese joven no soy ni lo seré, es quien realmente vino por ti, y ahora te sostiene en un beso naufrago buscando tus labios, es quien te llevará a soñar sobre viajes y lujos, quien realmente podrá estar contigo en el salón de baile con tonos rojizos, y quien te vestirá para que lo acompañes a banquetes importantes. Trecientos pasos es lo que logré contar antes de perder tu silueta subiendo a uno de los trenes que quizás te llevará a una vida mejor que la mía.


Suena: Le Moulin - Yann Tiersen ♫

Luego de unos cuantos te quiero imaginarios




Tal vez el alcohol que bebo no basta para embriagar mis sentimientos,
tal vez haber nacido en otro mundo hubiera hecho que mis lagrimas no cayeran por culpa de la gravedad,
quizás conocerte no debería llevar el "te" final,
o es que ya no quedan letras que rimen con lo que me está pasando.

Todavía no logro entender porque escribo tanto,
y por que solo la pena es lo que me hace llegar a pensar en escribir,
tampoco entiendo por que el cigarro y el alcohol son compañeros fieles de esto mismo,
tampoco entiendo por que tú debes ser el motivo de frases mal gastadas.

Si tan solo pudiera saber que me extrañas,
o tan solo me dijeras que algún día seremos felices,
lo sé, es una paradoja, nunca lo seremos,
pero solo dime que estarás conmigo para no volver a escribir nuevamente.

El solo pensar que mis píes estarán sobre la tierra, esta tierra,
que no recorreré más allá de los limites de lo que conozco,
y que si algún día lo llego a hacer viviré sumergido en la soledad de mis escritos,
en lo poco que puedo expresar siguiendo esta rutina un poco cruel y masoquista.

Lo peor, es ser yo junto a mis pensamientos,
lo mejor... creo que ya se extinguió luego de unos cuantos besos,
si solo viviera de placer, ahora sería el hombre con más vida,
pero vivo de amor, y creo que ya mi vida está acabando.

Derroche



Cenizas bicolores caen sobre el mantel de año nuevo,
las copas susurran como pequeños fuegos artificiales,
la mirada constante hacia el reloj que ya dejó de marcar las 12,
y mi cuerpo helado ausente de una caricia,
el alcohol cubre nuevamente mi paladar
aquel que está directamente conectado con mi memoria,
con tus besos y abrazos vacios,
con mis besos y abrazos revalsando sentimientos sobre la copa de champán.


Gotas de sudor caen ahora sobre la sabana contraida,
dos dedos suben y bajan por tu pecho hasta tu mejilla,
dos sentimientos no reciprocos pero igualmente alocados y descontrolados,
ahora es el momento de brindar por la alegria,
por nuestra gran alegria de solo utilizar nuestros cuerpos como medio para solo embriagarnos de placer,
mañana será otro día, otro año y quizás otra vida llegara a la tuya,
da igual, ahora solo quiero sentirme en la cumbre del olimpo,
de mi propio Olimpo, aquel en el que soy un dios solitario.


Gotas de amor se desperdician en este pequeño salón,
quizás a quien debería entregarlo no quiere encontrarme,
quizás nunca existió.

Vicios



Nicotina, alcohol y papeles arrugados,
Mi aliento podrido sobre el vidrio de tu retrato,
Manos desunidas bajo un cielo violento,
Sigo bebiendo y fumando sin parar, sigo escribiendo sin querer hacerlo.

El gris de tus ojos mirándome,
El reflejo de mi cara en el vaso medio vacío,
Tu cuerpo tibio bajo las sabanas,
Yo acá mirándote, sintiendo que ya no sabes cómo me llamo.

Mis dedos prendidos con la nicotina,
Mis labios ácidos y secos,
No me he peinado desde hace días y ya no me importa,
No he sentido algo de ti y no moriré por eso.